Pequeño poema infinito es un poema escrito por el célebre
poeta y novelista español Federico García Lorca, fue escrito durante su estadía
en Nueva York en plena gran depresión y lo publico en el poemario “Poeta en
Nueva York”. El poema trata principalmente de la angustia que siente el
hablante lirico al perderse en el mundo deshumanizado de la gran manzana y ver
el cruel destino que le espera a la humanidad, luego de que la violencia, las
máquinas y los edificios ganan sobre la naturaleza y la intelectualidad. El
título se relaciona con el poema en el ámbito de que da una mirada al pasado,
al presente y al futuro por lo que es al infinito.
El poema se divide en cinco estrofas, la primera de cuatro
versos al igual que la tercera y la cuarta estrofa, la segunda se compone de
seis versos y la quinta estrofa de trece versos. La actitud lirica del hablante
en este poema es mayoritariamente enunciativa ya que describe durante el poema
distintos pensamientos, sin embargo en la cuarta estrofa la actitud cambia a carminica
ya que describe lo que el propio hablante va viendo cómo se puede ver en el
siguiente verso:
“Yo vi dos dolorosas espigas de cera”
Pero al terminar la cuarta estrofa se retoma la actitud
enunciativa del comienzo.
Los apartados en el que se divide el poema son tres. El
primer apartado se resume en la frase “equivocar el camino”, comienza en el
primer verso y termina en el catorce abarcando las tres primeras estrofas del
poema. En la primera estrofa al partir se hace una metáfora en donde se dice la
frase:
“Equivocar el camino, es llegar a la nieve”
Aunque esta metáfora se puede interpretar de muchas formas
para mi simboliza como el poeta “equivoca” el camino al no seguir el modelo de
vida determinado para el hombre de su época. Es importante tener en cuenta que
España país natal del poeta se encontraba en dictadura bajo un régimen militar
opresivo impuesto por Francisco Franco. Lorca era conocido por ser diferente y
a veces hasta polémico por su orientación sexual y su ideología política lo que
quizá lo motivo a alejarse de España en esos tiempos. Al cambiar su camino
llega a la nieve y se hace otra metáfora donde:
“Llegar a la nieve es pacer
durante veinte siglos las hierbas de los cementerios”
La nieve puede significar claridad, conocimiento y aceptación
lo que le hace mirar hacia atrás a la historia de la humanidad desde los
inicios hasta el siglo XX donde el hablante vivió. El hablante reduce la
historia a los humanos pastando la hierba de los cementerios como ovejas
inocentes una y otra vez por veinte siglos. En la segunda estrofa se hace una
anáfora donde se repite el primer verso de la primera estrofa para así comenzar
con otra metáfora:
“Equivocar el camino es llegar a la mujer”
En esta metáfora la mujer podría ser la estatua de la
libertad y como Lorca llego a este lugar, nueva york en donde encuentra nieve y libertad, aun así
al continuar la estrofa el significado de la mujer cambia cuando se describe en
la siguiente anáfora:
“la mujer que no teme a la luz La
mujer que mata dos gallos en un segundo”
Al comenzar igual estos versos son una anáfora en cuanto a
la connotación, la mujer no teme ala libertad y ala posible muerte que puede
significar pelear por la libertad, tampoco acepta a los gallos que representan
la violencia y la avaricia de los seres humanos, que las peleas de gallos muy
populares en España justifican. En la tercera estrofa la nieve se equivoca de
corazón por lo que es una
personificación ya que se anima a la nieve, la frase puede significar
conocimiento o poder en malas manos lo que atrae al siroco que personifica el
caos, las guerras, la injusticia y es encarnado por Austro el dios romano del
viento.
“y como el aire no hace caso a los gemidos
tendremos que pacer otra vez las
hierbas de los cementerios”
Nuevamente una prosopopeya en donde el aire no hace caso y
se alude a nuestros sentidos en este caso el auditivo al mostrar los gemidos
que atribuyen el sufrimiento de la humanidad, Lo que lleva a un estancamiento
para los humanos al no evolucionar y no darse cuenta de sus errores llevando a
pastar la hierbas nuevamente.
En el segundo apartado que comienza en el verso quince se
resume en la frase “el dos nunca ha sido un número”. El simbolismo que es tan
característico de Lorca se presenta de nuevo ya no es a través de la nieve, los gallos o la
mujer sino con algo con muchas más interpretaciones, el número dos.
“Yo vi dos dolorosas espigas de cera
que enterraban un paisaje de volcanes”
En estos versos Lorca enfatiza como el ser humano debe vivir
en harmonía con la naturaleza para estar pleno pero en la jungla de cemente la
única naturaleza se encuentra en central park ya que toda la ciudad está
repleta de edificios. Las espigas son de cera como velas que podrían ser los
edificios que están enterrando a los volcanes, lo natural está perdido. Se hace
un encabalgamiento al continuar la oración en el verso siguiente y una
personificación cuando las espigas entierran el paisaje. La palabra entierran
le da una connotación violenta a la frase marcada por la doble erre. Desde el
verso diecinueve se identifica una alegoría que termina al final del apartado
segundo en el verso veinticuatro, en esta alegoría se dan cinco metáforas para
el número dos.
“Pero el numero dos no ha sido nunca un numero
porque es una angustia y su sombra porque
es la guitarra donde el amor se desespera
porque es la demostración de otro
infinito que no es suyo
y es las murallas de los muertos
y es el castigo de la nueva resurrección sin finales”
Esta alegoría podría interpretarse como una crítica a la
monogamia que también forma parte del camino determinado que plantea la
sociedad para los ciudadanos. Dentro de esta alegoría se encuentran otras
figuras literarias como la anáfora del verso veinte a veintidós al repetir
“porque es” al principio de cada verso, una personificación en el verso
veintiuno cuando el amor se desespera y una aliteración en el verso veintitrés
con las murallas de los muertos que podría simbolizar la opresión del pueblo
español con los fusilamientos de personas que se oponían o pensaban diferente a
Franco, cabe mencionar que el propio García Lorca fue asesinado por los
militares fusilado. La frase del verso veinticuatro podría verse como una
evocación al catolicismo al aludir a una resurrección sin finales que sería el
cielo pero el hablante se refiere a esto como un castigo por lo que le da una
connotación negativa a la religión y su efecto en los hombres, nuevamente se
critica al camino predeterminado.
El tercer y último apartado que empieza en el verso
veinticinco y termina en el treinta y uno. Puede resumirse en la frase
“Tendremos que pacer sin descanso las hierbas de los cementerios”. En el primer
verso se desvela una personificación donde el poeta le da vida a los muertos haciéndoles
odiar el número dos, los muertos podrían ser los valientes que murieron
oponiéndose a seguir el camino determinado. En el siguiente verso se vuelve al
simbolismo del primer apartado:
“Los muertos odian el numero dos pero
el numero dos adormece a las mujeres
y como la mujer teme la luz
la
luz tiembla delante de los gallos
y los gallos solo
saben volar sobre la nieve tendremos
que pacer sin descanso las hierbas de los cementerios”
El hablante repite los símbolos pero esta vez bajo una
visión más pesimista en donde las mujeres se resignan a seguir el camino, hay
que tener en cuenta que en el contexto del poema en cuanto a la época la mujer tenía
menos derechos que el hombre y era reducida a ser madre y esposa sumisa, si una
mujer no cumplía esto era vista como una paria por la sociedad. El hablante
entonces expresa que las mujeres preferirán resignarse ante eso ya que temen a
la libertad ya a la muerte que podría traer, ante eso los gallos salen
ganadores creando temor en los valientes e ignorando la evolución y la paz al
volar por sobre la nieve. Lorca cierra el poema con un encabalgamiento para
darle continuidad y entregarle más importancia al último verso pero es una
visión pesimista del futuro, condenando a la humanidad a repetir el mismo error
por el resto de la historia. Una anadiplosis se lleva a cabo en el verso
veintisiete y veintiocho terminando y comenzando los versos con “la luz”.
En conclusión el poema de Lorca da una opinión sobre los
problemas que han construido la historia y hace una reflexión sobre cómo será
el futuro si esto no se cambia y nadie hace algo al respecto, El vocabulario
que utiliza es adecuado para la actitud fatalista del hablante, por medio de
las figuras literarias y el simbolismo el poema logra transmitir el sentimiento
de angustia al no poder hacer nada ante lo que se observa.